Tras la campaña mediática emprendida contra él en numerosos periódicos de Occidente, justamente en los días previos a la resolución del conflicto del Premio UNESCO, el Ministro de Estado de Agricultura ha escrito una espontánea declaración de intenciones en la red social, que ha sido contestada con cerca de 300 apoyos en menos de dos días.

Numerosos seguidores del Vicepresidente del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue, han rubricado, con un “me gusta” o con palabras de apoyo, la declaración de intenciones que él mismo redactó de forma espontánea en su muro de Facebook.

El contenido de esta carta, en una versión resumida y corregida, dice: “Quiero hacerles constar que, desde el momento en que fui nombrado como Vicepresidente del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), ya sabíamos que nuestros adversarios políticos, influenciados y manipulados por algunos gobiernos extranjeros, iban a iniciar una campaña de difamación contra mi persona”.

-“En cuanto al comportamiento del Gobierno francés, al embargar los bienes del Estado ecuatoguineano en su misión diplomática en Francia, ha sido un hecho vergonzoso y desmesurado para un país que se consideraba políticamente maduro y modelo a seguir por otros países del mundo. La desesperación del Gobierno francés, por poner al frente del Gobierno de Guinea Ecuatorial a una figura de fácil manejo y de pocos sentimientos patrióticos, le lleva a cometer este tipo de actuaciones en detrimento de las relaciones diplomáticas existentes entre ambos países. Pero Guinea Ecuatorial es un país libre, independiente y soberano. El diseño de la política de Guinea Ecuatorial es competencia de los propios hijos ecuatoguineanos y nunca aceptaremos las injerencias extranjeras”.

La carta del ministro ha tenido numerosas y muy interesantes contestaciones como la que advierte “a todos los africanos, en general y a mis compatriotas guineanos, en particular, que tengamos mucho cuidado con la palabra «democracia», porque esta palabra está siendo usada como el «cristianismo» en el pasado. Hablaban de cristianismo cuando la verdadera intención era sacar todo lo que podían, desarrollar sus países y que África siguiera dependiendo de ellos. Como eso ya lo descubrimos y lo rompimos, ellos han vuelto ahora con otra palabra que saben que puede engañar fácilmente al africano para seguir con el robo”.

Otro lector opina que “la actuación del Gobierno francés no ha tenido en cuenta los principios del Congreso de Viena sobre relaciones diplomáticas y consulares, que dicen que tanto la embajada, como las residencias de los agentes diplomáticos, son inviolables: la era del imperialismo ya ha terminado”. Y otro manifesta: “Apoyo las reflexiones sobre lo acaecido en el país galo, ya tenemos una mera idea de los razonamientos y modos operandis de los europeos y sus gobiernos”.

Hay quien se pregunta: “¿Qué piensan? ¿Qué seguiremos siendo esclavos toda la vida?”; y quien afirma: “En Europa y, especialmente en España, hay mucha corrupción y nadie se mete, y ahora nos quieren fastidiar porque hay estabilidad, paz y trabajo. Quieren ver a África jodida”.

Las declaraciones del ministro han recibido, sin duda, un apoyo tan popular como espontáneo, convertido en un interesante debate que muestra cómo se ve Occidente desde África.

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.