Los días 1 y 2 de noviembre, festividades de Todos los Santos y de los Difuntos, son fechas en las que, en Guinea Ecuatorial, también se recuerda a todos aquellos que ya no están con nosotros. Por un lado las iglesias cristianas congregan a sus fieles en torno a la santa misa y, por otro, los cementerios son visitados masivamente por ciudadanos de todas las nacionalidades que llevan flores a sus difuntos.

También en Guinea Ecuatorial se celebra las festividades de Todos los Santos, y el Día de los Difuntos. Con ese motivo, los reporteros de www.guineaecuatorialpress.com han visitado cementerios e iglesias, para conocer cómo se siguen celebrando estos días en nuestras ciudades.

La Iglesia Católica celebra desde el año 840, cada 1 de noviembre, la festividad de Todos los Santos. Antes de esta fecha ya existía un día especial para recordar y celebrar a todos los mártires; así fue hasta que el Papa Bonifacio IV, transformó un templo griego dedicado a todos los dioses (Partenón), en un templo cristiano, dedicándolo precisamente a "Todos los Santos". Luego, la festividad se extendió primero a Europa y luego al resto del mundo. El Día de Todos los Santos también ha dado lugar a la popular celebración del Halloween que, procedente de los Estados Unidos, se celebra ahora de forma universal, con divertidas fiestas de disfraces que recuerdan a personajes terroríficos.

Misa y encuentros familiares

El domingo 1, Día de Todos los Santos, comenzó con la celebración de una misa en la Catedral de Malabo, rito que se repitió en otras parroquias. La celebración estuvo presidida por el Arzobispo de la ciudad, Ildefonso Obama, asistido por  otros presbíteros. La homilía  del arzobispo se centró en el mensaje y la significación de este día de Todos los Santos, recordando a los numerosos fieles presentes que Dios llama a todos a la  santidad.

Los reporteros de www.guineaecuatorialpress.compreguntamos a los asistentes a la ceremonia acerca de la significación que tenía para ellos esta festividad, y de qué forma pensaban celebrar la jornada. La mayoría de ellos coincidieron en que, tras su participación en la misa, su plan era, sencillamente, pasar una agradable jornada en familia.

Durante el día 2, Fiesta de los Difuntos, el cementerio de Ela Nguema, en Malabo, fue el lugar de visita para muchas personas que quisieron recordar así a sus familiares fallecidos. En un recorrido junto a los visitantes pudimos ver las diferentes maneras que los ecuatoguineanos tienen de recordar a aquellos que ya no están con nosotros. Como en la mayoría de los países, pudimos comprobar que los ramos de flores no faltaban en las tumbas, y cómo la gente se afanaba por embellecer y limpiar las mismas. Nos llamó la atención también el hecho de los numerosos enterramientos que se ven de ciudadanos originarios de otros países, señal inequívoca de que el nuestro es un país moderno y que acoge a todo el mundo.

Ya no se autoriza llevar comida y bebidas a los cementerios

Como curiosidad, para acceder al cementerio de Ela Nguema hay que atravesar un control en el que los guardias se aseguran de que la gente no acceda con bebidas. Y es que las autoridades han prohibido esta práctica habitual que provocaba situaciones de alteración del orden. Ello se debe a que aún mucha gente mantiene la creencia de que sus muertos siguen a su lado, y por eso desean compartir con ellos sus comidas y bebidas. Durante nuestra visita, y a pesar del control, descubrimos, sin embargo, que algunas de las tumbas seguían teniendo encima de ellas restos de bebidas y alimentos.

A las nueve de la mañana, la iglesia del camposanto acogió una misa en memoria de todos los difuntos,  a la  que también asistió la alcaldesa de Malabo, María Coloma Edjang Mbengono, -quien había participado igualmente en el acto religioso del día anterior-.Tras la ceremonia, María Coloma manifestó ante la prensa “la necesidad de colaboración por parte de  los ciudadanos, para mantener la limpieza del cementerio; algo de lo que se ocupa el ayuntamiento, pero para lo cual es muy necesaria la actitud de la gente”, dijo.

Edjang Mbengono concluyó haciéndonos una reflexión a todos los presentes acerca de la vida, y de lo importante que es vivirla de una manera serena y digna, porque, al final, aquel lugar sería la morada final para todos.

Reportaje:  Sarilusi Tarifa King y Clemente Ela Ondo Onguene

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial (D. G. Base Internet)