Un paseo por la nueva Isla de Annobón
La celebración del Día de la Independencia en Annobón ha supuesto algo más que la organización de unos festejos. En realidad, esta fecha ha marcado la inauguración de un nuevo periodo para el que hasta ahora era el punto más incomunicado y desconocido de Guinea Ecuatorial. Hoy damos un paseo visual por la nueva isla de Annobón, que ha pasado de ser tierra una tierra aislada a convertirse en territorio de futuro.
El nombre de la isla más sureña de Guinea Ecuatorial, Annobón, no es precisamente casual: tiene su origen en el hecho de que fue descubierta el día 1 de enero de 1475 por una expedición portuguesa dirigida por João de Santarém y Pêro Escobar, quienes buscaban nuevos puertos para el tráfico de esclavos. De hecho, durante siglos, el pequeño territorio fue testigo de excepción del traslado de personas cazadas como animales, hacia Europa o hacia América. Seres humanos condenados a vivir sin libertad, en el mejor de los casos, o sencillamente, condenados a una cruel muerte durante el traslado, lo que sucedía en muchas ocasiones. De aquel espantoso tránsito todavía quedan restos del antiquísimo puerto donde amarraban aquellos barcos con su triste mercancía.
Desde el siglo XVI, la isla pasó por el dominio sucesivo de portugueses y holandeses, españoles e ingleses, y casi todos ellos la utilizaron como centro del tráfico de esclavos, hasta que, en el siglo XIX se integró plenamente en la colonia española. En la época colonial, se construyeron la iglesia y alguna escuela, si bien la forma de vida de la población apenas si cambió. Los annaboneses, desde entonces han tenido como principal medio de vida la pesca artesanal y la agricultura, en lo que ha sido hasta ahora una forma de vida tradicional y casi primitiva.
A partir de la independencia, la situación del pueblo de Annobón empeoró como sucedió en el resto del país, ya que en la isla comenzó una etapa de absoluto aislamiento y abandono casi total por parte de la metrópoli. Durante largas temporadas el barco con pequeñas provisiones apenas si llegaba a Annobón tan sólo una vez al año. El resto del tiempo los habitantes tenían que vivir completamente incomunicados, viviendo tan sólo de sus recursos y sin medicamentos, luz, comunicaciones ni ayuda de ningún tipo. Fueron años de enfermedades y pandemias que diezmaban a la población.
Y después, una vez recuperada la paz en Guinea Ecuatorial tras los acontecimientos del Golpe de la Libertad, la falta de recursos en el país siguió impidiendo un adecuado desarrollo de la pequeña isla. Afortunadamente, la llegada del petróleo y la obtención de los primeros beneficios por su venta, han marcado un nuevo rumbo, totalmente diferente, para su futuro.
Una nueva era
Debido precisamente a su pasado de explotación esclavista, aislamiento, falta de recursos y abandono que ha sufrido, durante toda su historia, la isla de Annobón, la espectacular transformación que está viviendo ahora no deja de sorprender a propios y a extraños. En los últimos años y hasta la fecha actual, el Gobierno de Guinea Ecuatorial, impulsado por el Presidente, S. E. Obiang Nguema Mbasogo, ha invertido más de 200 mil millones de francos cefas en el territorio. Una enorme cantidad de dinero en la que no se busca rentabilidad a corto plazo, sino la transformación radical de la isla, hasta ahora desconectada e inexplorada, para convertirla en un territorio próspero y diferente.
Pesca y turismo: las grandes esperanzas.
Convertir la desfasadapesca tradicional de la que vive la mayor parte de la población en una pesca industrial, avanzada y moderna, es uno de los principales proyectos de futuro que, tanto el Presidente como el Gobierno, contemplan para Annobón. También lo es el turismo. La privilegiada situación geográfica, la belleza natural y salvaje, y las excelentes playas con que cuenta la isla, además de su interés geofísico, la convierten en un destino de enorme atractivo para turistas procedentes tanto de África, como de Europa y de América.
Una vez que Annobón, tal y como se ha demostrado en la celebración del Día de la Independencia, el pasado 12 de octubre, ya puede acoger a numerosos visitantes, el objetivo de convertir a la isla en un importante centro turístico se vislumbra como una posibilidad real. De hecho, el Ministro de Información, Turismo y Cultura, Jerónimo Osa Osa Ecoro, manifestó a www.guineaecuatorialpress.com que existía la posibilidad de estudiar un tipo de visado especia para turistas directos a Annobón, sin necesidad de pasar por Malabo. Se trata de una posible vía que sin duda facilitaría la llegada de visitantes que podrían combinar el turismo de playa con un ecoturismo activo y de gran interés.
Un proyecto histórico: el nuevo puerto
Pero para lograr estos objetivos había que acabar, definitivamente, con la mayor dificulta de la isla: su tradicional y férreo aislamiento, fruto de la peculiar orografía del territorio, cuyas escarpadas costas, que se relajan únicamente en pequeñas playas, no permitían hasta ahora el atraque de barcos de mediana o gran dimensión. Por eso, resulta de trascendental importancia para los annaboneses la construcción del nuevo puerto de aguas profundas, que ha contribuido a finalizar para siempre con la incomunicación de la isla, como lo ha hecho el nuevo aeropuerto.
Un ejemplo: por primera vez, en estas fiestas del Día de la Independencia, el carguero militar Djibloo pudo atracar directamente en el nuevo muelle del flamante puerto de San Antonio de Palé. El capitán de la nave narraba a algunos de los visitantes de cuerpos diplomáticos como la carga que llevaban a la isla hasta ahora debía de descargarse mediante los pequeños cayucos de los pescadores. Lo cual implicaba que a veces se tardaba semanas en bajar la mercancía, o que si alguna caía al agua, desaparecía para siempre sin remedio.
Por eso, la construcción del nuevo puerto de Annobón tiene un valor mucho más amplio del mero valor funcional: supone una importante superación histórica para los annaboneses, y supone también acabar con el sentimiento de abandono y frustración que les ha perseguido durante siglos…
Las obras de construcción del puerto han sido llevadas a cabo, como casi todas las realizadas en la isla, por la firma marroquí Somagec y están valoradas en más de cien millones de euros. El complejo proyecto ha incluido la exhaustiva exploración de los fondos y de las corrientes, de los materiales de la zona y de la geografía de la isla. Una vez finalizado, el puerto admite el atraque de barcos de cualquier tonelaje y de ferries de pasajeros, y por lo tanto, el traslado y el comercio de cualquier mercancía. Su construcción ha tenido un plazo efectivo de 36 meses.
El mejor aeropuerto de Guinea Ecuatorial
Pero tan importante como el puerto es la construcción del nuevo aeropuerto, con un terminal cuyo diseño y equipamiento le convierten en el mejor de todo el territorio nacional.
En estas obras, el mayor reto superado ha sido la ampliación de la antigua pista de aterrizaje que ha sido alargada "magicamente" desde los escasos 600 metros que disponía antes, a más de 1200 metros. De esta manera, el nuevo aeródromo permite, con toda la seguridad del mundo, el aterrizaje de cualquier nave, de cualquier tipo y tamaño, acabando así con los forzosos y arriesgados aterrizajes de antaño, recordados por todos aquellos que los vivieron con verdadero agobio. Para el alargamiento de la pista se ha tenido que construir un dique de casi 500 metros, de fundición, roca y hormigón, que se soporta en los fondos marinos. Las obras también incluyen las modernísimas terminales, el pabellón de honor y otras estructuras técnicas, además de las vías de comunicación con la ciudad.
Carreteras, viviendas, instituto… y sobre todo, futuro
Pero hay más: en Annobón se han arreglado las carreteras existentes, y se han realizado nuevos tramos que permitirán comunicar todos los puntos importantes de la isla, e incluso subir hasta el lago. También se ha finalizado la primera tanda de viviendas sociales, que fueron precisamente estrenadas por algunos de los diplomáticos e invitados especiales que asistieron al 12 de octubre. E, igualmente, se ha culminado la primera fase de restauración de la antigua iglesia colonial, un bello y sobrio edificio que ahora brilla como nunca con sus limpias vidrieras coloreadas, y la impresionante cubierta de madera a dos aguas, que resplandece tras el soberbio lavado de cara realizado, también, y de forma completamente altruista, por la firma Somagec.
Y sobre todo, hay sobre la mesa un montón de nuevos proyectos de inminente construcción: la traída del agua potable a la población mayoritaria, la construcción de la sede del Gobierno Provincial, la nueva comisaría, la ampliación de la red eléctrica, la construcción del Instituto de Enseñanza Media…
Una nueva historia se ha comenzado a escribir en Annobón. Una historia que, sin borrar el pasado de esclavitud, abandono y olvido que la isla padeció durante siglos, viene a proyectar un futuro diferente, con esperanza y prosperidad. Tal y como dijo el alcalde de San Antonio de Palé, durante su discurso en las fiestas “nunca es tarde si la dicha es buena”, y la dicha parece haber llegado, para quedarse, a la isla de Annobón.
Reportaje: Inés Ortega.
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.